Prevención, Zona Porcino

Detección precoz de enfermedades

El objetivo de llevar a cabo una detección precoz de las enfermedades en los animales no es otro sino garantizar su salud y bienestar. Pero, además, esta detección temprana implica otros beneficios igual de importantes: el uso responsable de los medicamentos , y más concretamente de los antibióticos. Esto es posible mediante una atención correcta del animal, que nos llevará a un empleo más razonable de los medicamentos. Por eso en ganadería en general, y en el porcino en nuestro caso particular, promovemos lo que hacemos llamar “cuidado individual de los animales” (o Individual Pig Care, IPC).

Las enfermedades subclínicas pueden ser tan graves o incluso más que las agudas, tanto en lo que al bienestar animal se refiere como en relación con el impacto económico, por lo que es de vital importancia saber reconocer los primeros signos de enfermedad. Cerdos que “aparentemente” están sanos, nos mostrarán signos clínicos mediante una adecuada observación. Esto conllevará una reducción de la morbilidad y mortalidad del brote de la enfermedad detectada, aplicando el tratamiento y manejo adecuado.

Beneficios de una detección precoz

En definitiva, se trata de promover la detección precoz de los animales enfermos. ¿Por qué? Porque tratando al cerdo correcto en el momento correcto, junto a un adecuado manejo en granja, conseguiremos:

  • Homogeneidad: que ningún cerdo se quede atrás.
  • Emplear menor medicación y llevar a cabo menos tratamientos.
  • Reducir la mortalidad.
  • Mejorar la producción: optimizando la Ganancia Media Diaria (GMD) y el Índice de Conversión.
  • Mejorar la rentabilidad de la granja.
  • En general, más cerdos de máximo valor (reducir los cerdos débiles).

No sólo es fundamental que el tratamiento recibido sea el correcto, sino que resulta clave hacerlo cuanto antes, en el momento idóneo y oportuno. Así, frente a un tratamiento colectivo, como puede ser la medicación en pienso o en agua, este dejará más colas y, en consecuencia, implicará menor homogeneidad. Sin embargo, con el tratamiento individual se pretende detectar el primer animal en la nave que tenga problemas o manifieste síntomas, para evitar que la enfermedad se extienda al resto del grupo y, a la vez, llevar a cabo un uso responsable de los medicamentos, evitando tratar animales que realmente no lo necesitan. Por eso, de manera general, no es recomendable que la primera opción sea el tratamiento colectivo.

Cómo detectar los primeros signos de enfermedad

Una vez que tenemos claros los beneficios, ¿cómo podemos conseguir detectar tempranamente a los animales enfermos? De una manera muy simple y básica:

  1. Observando
  2. Pensando
  3. Actuando

Pero no siempre es “tan fácil”; en las granjas no siempre tienen el tiempo suficiente y/o las inspecciones que se llevan a cabo no llegan a ser “de calidad”, precisamente por esta falta de tiempo.

Cerdos que “aparentemente” están sanos, nos mostrarán signos clínicos mediante una adecuada observación”

En primer lugar, la observación, será fundamental hacerlo correctamente para detectar cualquier aspecto que nos indique que algo no va del todo bien en nuestra granja. Lo más idóneo será comenzar por una observación general, para terminar prestando atención a los detalles. De esta manera, lo primero nada más entrar a la nave será tener en cuenta las condiciones generales de las instalaciones y manejo: la temperatura, la humedad, la ventilación, etc. A continuación, continuaremos observando al grupo de animales para detectar los posibles animales débiles. Y finalizaremos con una inspección individual, en la que tendremos en cuenta su aspecto general, postura, volumen corporal, hidratación, entre otros determinantes. Tras esto, será el momento de pensar cuál es la mejor opción de tratamiento y actuar a tiempo.

Un estudio reflejó que aplicando este tipo de metodología se conseguía mejorar la obtención de cerdos de alto valor, reducir el porcentaje de colas (animales atrasados, más débiles) y disminuir el promedio de gastos a la mitad.

Facilitar los tratamientos

Una encuesta acerca de los tratamientos en las granjas reflejó que con una frecuencia del 47 % se aplicaban un número menor de inyecciones de las requeridas. Por ello, otro punto importante para tener en cuenta es que los tratamientos sean lo más sencillos posibles de aplicar. En este sentido, una manera de simplificar y hacer más fácil el tratamiento a los trabajadores en la granja es optar por el empleo de medicamentos o antibióticos con los que se consigue completar el tratamiento con un único pinchazo.

La misma encuesta también mostraba que con una frecuencia del 11 % se aplicaba la medicación a un animal equivocado. La solución en este caso es bastante sencilla también: llevar en todo momento un marcador, de manera que, en cuanto observemos que un animal tose, por ejemplo, podamos marcarlo y así no equivocarnos.

Medidas simples y no muy costosas con las que lograremos una mejor gestión en nuestra granja, manteniendo la salud y bienestar de los animales.