Mercados, Sostenibilidad, Zona Porcino

Oportunidades y retos del porcino, un sector eficiente y comprometido

El sector porcino es el sector ganadero más importante de España, aportando un 9,5% al PIB industrial del 14,8% a nuestra Producción Final Agraria (PFA) y un 39,2% a nuestra Producción Final Ganadera (PFG).

Con una potente e innovadora estructura empresarial e industrial compuesta por cerca de 9.600 entidades, entre industrias cárnicas, empresas y cooperativas y fábricas de productos elaborados, que generan, según los últimos datos ofrecidos por Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTEPORC), un valor añadido bruto superior a los 28.000 millones de euros anuales y unos 27.000 empleos, de los que 80.500 son en granja, 5.700 en cooperativas y empresas integradas y cerca de 69 000 en granjas.

Aporta además el 43% de la carne que se consume en nuestro país anualmente, representando el 30% del total de carnes de frescas que consumimos los españoles y el 82% de las transformadas.

La misma fuente mencionada señala también que las exportaciones sectoriales (enero-agosto de 2020) han crecido un 19,0% en volumen y un 28,6% en valor, respecto a igual periodo de 2019. Todo ello redunda en el carácter esencial del sector porcino y su impacto directo en la economía española, por no mencionar el que tiene, especialmente, en las zonas rurales, donde se concentra la mayor parte de la actividad y del empleo, generando riqueza y contribuyendo a fijar la población en los pueblos de toda nuestra geografía.

Objetivo: impacto climático neutro antes de 2050

En el año 2020 el sector porcino de capa blanca español ha reducido un 4,11% sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero por cada kilo de carne producido con respecto al año 2019, según los datos elaborados por INTEPORC, a partir de los últimos informes ofrecidos por los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica.

De hecho, la reducción de emisiones GEI del sector porcino por cada kilo de carne producido se reduce en un 41% en los últimos 15 años, pasando de una emisión de 1 kilotonelada de CO2 por cada 439 toneladas de carne producidos en las granjas españolas, a menos 748 toneladas de carne por cada kilotonelada de CO2 emitida en 2020.

Un sector que está creciendo de forma sostenible año tras año gracias a la innovación e incorporación en todos los procesos de importantes medidas dirigidas a reducir las emisiones, especialmente en mejoras durante el almacenamiento y tratamiento de purines.
Todas están medidas de control y mejora medioambiental que viene aplicando el sector en los últimos 30 años han contribuido a que el peso de la actividad porcina sobre el conjunto de las emisiones nacionales GEI sea de solo el 1,9%. Ahora su compromiso es alcanzar un impacto climático neutro antes de 2050, en consonancia con lo establecido en el Pacto Verde Europeo.

Perspectivas de mercado global en el horizonte 2020-2030

Según refleja el correspondiente informe anual de la Dirección General para la Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea (EU Agricultural Outlook ), las exigencias del consumidor serán las que marquen las tendencias en los mercados agrícolas, incluido el porcino, en la próxima década . En especial serán aspectos relacionados con la salud y el bienestar, con seguridad alimentaria, temas sociales, y el cambio climático los que más profundamente incidirán las tendencias de consumo y por tanto sobre el coste de los productos, al verse afectados directamente los costes de producción. Una oportunidad, sin embargo, de diferenciación en un mercado tan globalizado.

Según el mencionado informe, que coincide con las aportaciones del Global Animal Protein Outlook para 2021 de Rabobank , el comercio de proteína animal, incluida la procedente del sector porcino, a nivel mundial tendrá oportunidades de crecimiento, con el porcino a la cabeza, que se recuperará gradualmente del impacto de la peste porcina africana.

  • El principal motor de crecimiento global del mercado porcino es el aumento de la población mundial, aunque de forma eso sí, más ralentizada, a un ritmo del 0’9 % anual de 2020 a 2030, frente al 1’2 % en que lo hizo de 2010 a 2020. En China esto será especialmente destacable, pues su población crecerá a un ritmo del 0’2 % y no del 0’6% como hasta ahora. En Europa permanecerá estable y crecerá también en África, aunque también a un ritmo más ralentizado (2,3%), lo que le permitirá alcanzar en 2025 el número de habitantes con los que cuenta China actualmente, incrementando de forma sustancial sus importaciones.
  • Por otra parte, se prevé una recuperación de la situación creada por Peste Porcina Africana en China, con incremento en las previsiones de producción por parte del gigante asiático, aunque de forma paulatina. Esto influirá lógicamente es una disminución igualmente paulatina de sus importaciones, cambiando los actuales flujos de mercado. China, el principal productor y consumidor de porcino a nivel mundial, perdió entre 2019 y 2020 cerca del 35 % respecto a la producción de cerdo en de 2018. La creciente demanda de importaciones de carne de cerdo por parte de China va a seguir impulsando los precios al alza, pero a medida que la producción porcina en el país asiático se recupere, sus importaciones y los precios bajarán, algo que previsiblemente ocurrirá en 2025-2030 como pronto.
  • Otro reto, indudablemente, está relacionado con la pandemia por SARS-CoV-2, la recuperación de la hostelería, la disponibilidad de mano de mano de obra, la transformación en las cadenas de suministro y la seguridad alimentaria serán los grandes retos en este sentido.
  • Aunque el consumo de carne aumentará a nivel mundial, se mantiene la tendencia a la baja del consumo per cápita de carne en la UE, a favor de las proteínas de origen vegetal, en virtud de las corrientes de vegetarianismo y veganismo, entre otros factores. Además, el porcentaje del consumo de cerdo respecto al consumo total de carne también irá en detrimento en beneficio del pollo. La caída del consumo total de carne en la UE añadirá una presión a la baja de los precios aumentando la competitividad de los productores europeos.

Referencias: