Manejo, Sostenibilidad, Zona Porcino

La carrera tecnológica del sector porcino hacia la sostenibilidad

El sector porcino lleva años demostrando su compromiso con la sostenibilidad y cuidado del medioambiente, más allá incluso del cumplimiento con la estricta normativa que rige su actividad.

Evidencia de ello son los resultados conseguidos por una industria que en la última década ha logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en casi un 40 %; las de amoníaco en un 47 %; y en un 30 % el consumo de agua. Otra muestra es también la fuerte inversión en investigación e innovación para el desarrollo de soluciones veterinarias acordes al bienestar animal que contribuyan a la reducción de la huella de carbono del sector.

Ante este escenario y reafirmando la apuesta de nuestra industria por la sostenibilidad ambiental, a principios de este año entraban en vigor ciertos aspectos del Real Decreto 306/2020 de ordenación de granjas de porcino en relación al bienestar animal y el medioambiente, en virtud de los cuales se establece como responsabilidad del titular de toda granja de porcino española el registro y la comunicación a las autoridades competentes tanto de las emisiones, como de la aplicación de las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs) en la granja.

En consecuencia y, bajo finalidad de proveer al sector ganadero de un soporte electrónico a nivel nacional que facilite este registro de las MTDs aplicadas en la granja, así como la estimación de las emisiones y GEI y el consumo de recursos a lo largo del proceso productivo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha desarrollado el sistema informatizado ECOGAN.

Un instrumento para garantizar el cumplimiento de los programas de reducción de emisiones en base a las técnicas y procedimientos utilizados en granja:

  • En la alimentación de los animales
  • En el diseño y manejo de los alojamientos
  • En el almacenamiento y gestión de los estiércoles y purines producidos.

El foco puesto en la reducción de amoníaco

Si bien el mencionado reglamento establece como obligatoria la estimación y seguimiento de emisiones en granjas porcinas, en lo que se refiere a la aplicación de Mejores Técnicas Disponibles (MTDs), estas prestan especial atención al control de las emisiones de amoníaco. Pero ¿cuáles son exactamente las medidas a adoptar?:

En primer lugar y en lo que se refiere a estrategias nutricionales y formulación de piensos, el reglamento contempla la reducción del contenido de proteína bruta de la alimentación y la administración de una alimentación multifase en función de la etapa productiva. Sin embargo, cabe apuntar que la búsqueda de la eficiencia a través de la alimentación y el manejo de los animales es un objetivo más que interiorizado por un sector como el porcino, que invierte grandes esfuerzos en la mejora del rendimiento productivo y la reducción del consumo de piensos.

Otra de las MTDs apuntada en el reglamento, con el objetivo de reducir las emisiones de amoniaco a la atmósfera de cada nave, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, es la adoptación de técnicas que hagan posible “la reducción de emisiones de amoniaco en, al menos, un 60 % con respecto a la técnica de referencia (emparrillado total, fosas en «U» y mantenimiento del estiércol durante todo el ciclo productivo en las fosas de las instalaciones)”.

Y finalmente, para reducir las emisiones de amoniaco a la atmósfera durante el almacenamiento exterior del purín, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, se determina como necesaria la adopción de “técnicas que reduzcan, al menos, un 80 % las emisiones de amoniaco con respecto a la técnica de referencia (fosas abiertas y sin costra natural)”.

De manera adicional a las medidas apuntadas, estas son, estrategias nutricionales, diseño de las instalaciones y almacenamiento y gestión de purines, no debemos olvidar la importante contribución de la mejora genética y el manejo de los animales en la búsqueda de eficiencia. Ámbitos de actuación clave que abordados de manera consistente en el tiempo pueden garantizar una reducción de las emisiones en hasta un 20 % en los próximos años.