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Inmunocastración: aspectos clave en el cerdo ibérico

Según el proyecto PIGCAS (actitud, práctica y situación de la castración porcina) de la Unión Europea, en España una minoría de los animales son castrados por el propio ganadero, en sistemas no convencionales, por motivos de calidad. Es decir, se limita básicamente a la producción del cerdo ibérico y a un pequeño porcentaje de cerdos de capa blanca.

Tradicionalmente se ha castrado el cerdo ibérico para eliminar el olor sexual producido por la androstenona (feromona sexual sintetizada en el testículo), escatol e indol (productos de la degradación anaeróbica del triptófano), pero también para reducir la agresividad, mejorar el engrasamiento y evitar gestaciones indeseadas. Hay que recordar que el cerdo ibérico se suele sacrificar a mayor edad que el blanco, con lo cual hay más riesgo de que comience la pubertad antes del sacrificio.

Marco normativo sobre la castración en porcino en España

La castración de cerdos en España está regulada por el Real Decreto 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas para la protección de cerdos y por el Real Decreto 1221/2009, de 17 de julio, por el que se establecen las normas básicas de ordenación de las explotaciones de ganado porcino extensivo . En los cuales se ordena:

  1. La castración de los cerdos macho puede realizare por medios que no sean el desgarre de los tejidos bajo las siguientes condiciones:
    • En el caso de lechones de menos de siete días de vida, sólo será llevado a cabo por un veterinario o por una persona con formación en bienestar animal y con experiencia en la realización de estas técnicas, con las condiciones higiénicas y los medios adecuados.
    • En el caso de los lechones a partir del séptimo día de vida, sólo se podrá realizar por un veterinario bajo anestesia y analgesia prolongada.
  2. La castración de las cerdas sólo puede realizarse en explotaciones de ganado porcino en sistema de producción extensivo, por motivos debidamente justificados desde el punto de vista profiláctico o terapéutico. En el caso de tener que realizarse, tal operación deberá ser certificada y realizada por un veterinario, con anestesia y analgesia prolongada.

Esto quiere decir que la castración está restringida a prácticas ante problemas patológicos (un tumor, por ejemplo) y por motivos profilácticos, para evitar gestaciones indeseadas y la transmisión de enfermedades, en las explotaciones en las que las hembras puedan tener contacto con machos de la especie porcina o jabalí. Además, sólo se podrá aplicar en explotaciones que estén inscritas en el REGA como explotación de extensivo.

Según este marco legal, la inmunocastración es prácticamente la única alternativa para hembras en granjas que estén inscritas con REGA intensivo. Hay que aclarar que es una técnica biológica, no química. Un producto inmunológico que no deja residuos en la cerda ni hay tiempo de espera.

Inmunocastración en hembras

Cuando empezamos a “inmunocastrar” en una granja, la cerda se comporta más tiempo como entera, debido a esto aumentamos la ganancia media diaria y reducimos el índice de conversión de las hembras vacunadas (Tabla 1). De tal forma que estos datos mejoran con respecto a los de hembras castradas quirúrgicamente, e incluso podrían superar los rendimientos productivos de machos castrados también quirúrgicamente. Además, evitamos los riesgos derivados de la cirugía (estrés, infecciones, hernias, adherencias…), más peligrosos aun cuando tenemos una alta presión de infección de ciertas enfermedades.

Tabla 1. Datos productivos en hembras. Gómez-Fernández et al. ITEA (2013), Vol. 109 (1), 33-48.

Castradas Enteras Inmunocastradas
Peso0 10/05/2011 43,70 Kg 45,66 Kg 45,45 Kg
Peso10 5/10/2011 162,88 Kg 164,52 Kg 170,76 Kg
Ganancia media diaria 0,784 Kg 0,797 Kg 0,836 Kg
Índice de conversión 4,32 4,04 4,16

 

Para optimizar la mejora de los datos productivos, lo conveniente es aguantar el máximo tiempo posible a la hembra como entera sin que salga a celo, teniendo en cuenta que la cerda quedará como castrada sobre dos semanas después de la revacunación. Estos tiempos dependen de cada granja y de la época del año:

  • Granja: genética, alimentación, instalaciones, edad de sacrificio… Normalmente, una alimentación con alta energía y “ad libitum” dificulta la salida a celo de las hembras. También ayuda tenerlas alejadas de machos enteros.
  • Época del año: el verano favorece la salida a celo de las hembras, ya que el consumo de pienso disminuye y se vuelve intermitente (animales que comen sobre todo de noche).

La inmunocastración es prácticamente la única alternativa para hembras en granjas que estén inscritas con REGA intensivo

La edad de sacrificio también marcará el número de revacunaciones.
Si la cerda sale a celo nos penalizará por el empeoramiento de la ganancia media diaria (disminuye el consumo de pienso) y también por el riesgo de agresividad, así como de gestaciones indeseadas.

Es importante tener en cuenta que es una vacunación individual, no de rebaño. Hay que afinar aún más si cabe el tratamiento parenteral. Si fallamos la vacuna o revacuna, el animal seguirá estando entero. Algunos aspectos que pueden ayudar al manejo son:

  • Tener buenas instalaciones, mangas, cepos…
  • Correctas agujas y jeringas, siempre con doble sistema de seguridad.
  • Separar por sexo.
  • Personal cualificado.
  • Mantener cadena de frío de la vacuna y correcta atemperación.

Inmunocastración en machos

Los machos “inmunocastrados” igualmente aumentan la ganancia media diaria y reducen el índice de conversión frente a los castrados físicamente (Tabla 2). Pero en este caso, en mi opinión, no deberíamos atrasar la revacuna para aguantar el máximo tiempo posible como enteros, ya que la madurez sexual de los machos podría tener consecuencias más perjudiciales que en el caso de las hembras. Tendríamos problemas por comportamiento y agresividad de los cerdos, así como de olor sexual en la canal.

Tabla 2. Datos productivos en machos.Soraya Martínez de Paz, Eugenio Fernández Moya y Antonio Palomo Yagüe. Sólo Cerdo Ibérico Nº 24, 35-40.

Grupo Ganancia media diaria (g) Índice de conversión
Castrados físicamente 614 3,9
Inmunocastrados 645 3,8

Los machos “inmunocastrados” aumentan la ganancia media diaria y reducen el índice de conversión frente a los castrados físicamente.

Por otro lado, se debe formar y reciclar a compañeros veterinarios, que realizan inspección en matadero, ante la inminente llegada de cerdos machos sin castrar de edad superior a diez meses, es decir, que ya deberían de haber pasado la pubertad. Teniendo en cuenta que la presencia de testículos (aunque el tamaño disminuye bastante en vacunados) no impide su sacrificio para abasto, lo que habría que evitar es el “olor a verraco” de los cerdos. Por supuesto, una correcta administración de la vacuna evita este perjuicio (Tabla 3).

Tabla 3. Efecto de la inmunización contra GnRH sobre el peso de los testículos, la longitud de la glándula bulbouretral y los niveles de grasa de androstenona, escatol e indol en el momento del sacrificio.

  Cerdos
macho enteros
(n=11)
Cerdos inmunocastrados (n=12) P-valor
Peso vivo al sacrificio (Kg) 175 ± 3.4 174 ± 3.3 0.667
Órganos reproductivos  
Testículos (par) (g) 692 ± 55.4 197 ± 53.6 0.001
Glándulas bulbouretrales (cm) 16.1 ± 0.68 8.9 ± 0.66 0.001
Tejido adiposo  
Androstenona (µg/g) 1.9 (1.06-3.28) <0.1 0.001
Escatol (µg/g) 0.06 (0.025-0.149) 0.01 (0.003-0.019) 0.001
Indol (µg/g) 0.05 (0.005-0.441) 0.01 (0.001-0.098) 0.001

Cuando nos disponemos a castrar un cerdo, ya sea macho o hembra, no sólo debemos pensar en aspectos técnicos, legales o de manejo, sino también en la imagen que queremos dar a nuestros consumidores. La castración biológica, además de influir positivamente sobre el bienestar de los cerdos, tiene una influencia medioambiental, ya que reduce la huella de carbono por la disminución del índice de conversión.

En resumen, debemos considerar la inmunocastración como una excelente alternativa a la castración quirúrgica, sobre todo en hembras y granjas de REGA intensivo. Además, el retorno de la inversión se maximiza en épocas de materia prima cara, por la mejora del índice de conversión.