Zoetis

Zoetis lanza la campaña Orgulloso de ser veterinario porcino con el objetivo de comunicar el valor fundamental de la labor de los veterinarios en la sociedad.

La técnica, que se basa en el corte sistemático de la cola de los lechones, es conocida como raboteo. Actualmente en España, si se practica esta técnica debe realizarse de forma parcial según la ley de bienestar animal, siendo obligatorio evitar que sea una práctica rutinaria en la granja

La prevención de la enfermedad asociada a la infección por circovirus porcino tipo 2 (PCV2) es una de las principales preocupaciones del sector porcino en la actualidad. Este virus posee unas características diferenciales que determinan el éxito en su diagnóstico y prevención, como es su alta variabilidad genética. En este sentido, se han actualizado las vacunas frente a PCV2 con el objeto de inducir una protección mayor y más completa.

Durante la última década, el sector porcino ha pasado por todo un proceso de informatización. Gracias a ello, hoy en día contamos con tecnologías y herramientas que nos permiten monitorizar y analizar los principales parámetros productivos de las granjas, pudiendo identificar aquellos aspectos que afectan negativamente a la rentabilidad y actuar directamente sobre el foco del problema.

La protección pasiva en la progenie que induce una correcta vacunación preparto de reproductoras frente a Escherichia coli y Clostridium perfringens es bien conocida y ha sido profundamente estudiada¹. Se sabe que en el control de las diarreas causadas por estos patógenos es fundamental una correcta vacunación de la madre, así como un adecuado encalostramiento de los lechones^2,3. Pero ¿cómo podemos comprobar si la vacunación ha sido correcta y los lechones están bien protegidos? Ahora esto es posible y un estudio lo ha demostrado.

La prevención es un aspecto primordial y rentable en todas y cada una de las áreas a las que aplica. En el ámbito laboral, la prevención de riesgos resulta fundamental para todos los sectores. Se trata de consolidar un entorno seguro y confiable al trabajador, al mismo tiempo que se afianza el proceso productivo. En este sentido, la prevención de riesgos laborales en el entorno de trabajo de una granja porcina es clave para asegurar la integridad y la salud de los trabajadores, veterinarios, técnicos y demás operarios involucrados, avalar el buen funcionamiento de la cadena de producción de alimentos y, por ende, salvaguardar la seguridad alimentaria.

Las diarreas en lechones son una de las afecciones más frecuentes en la industria porcina. En su presentación influyen varios aspectos, siendo la vacunación de la madre y la adecuada toma de calostro del lechón dos de los principales puntos clave para su control.

En los últimos años, se ha detectado un incremento del número de casos clínicos de poliserositis porcina, así como un aumento de la dificultad para su control. Su presencia en las granjas ocasiona grandes pérdidas económicas ligadas a las bajas y lechones retrasados que provoca, además de la disminución de los parámetros productivos Para la optimización de su control, es necesario llevar a cabo un diagnóstico certero con el que seleccionar un tratamiento correcto.

Históricamente, la industria porcina utilizaba antimicrobianos en las dietas de lechones para controlar enfermedades, como la diarrea post destete. Sin embargo, en la actualidad, el sector ha reducido drásticamente su dependencia del uso de este tipo de medicamentos, como es el caso de la colistina. Hasta ahora teníamos un método no antibiótico muy eficaz para la prevención de la diarrea post destete como era la inclusión de óxido de zinc (ZnO) en la dieta.

Ante el incesante avance de la peste porcina africana por Europa resulta clave no bajar la guardia y asegurar las medidas para prevenir la propagación de la enfermedad, así como otras encaminadas a asegurar una temprana detección y un rápido control.

La gran repercusión del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) en la industria porcina y la complejidad para su prevención derivan en una búsqueda continua de soluciones para su control basadas en un mejor entendimiento de la enfermedad y su efecto sobre el sistema inmunitario de los cerdos. El presente post muestra los resultados de un estudio llevado a cabo con el objeto de conocer más profundamente la respuesta a la infección y poder diseñar futuras estrategias de control de la enfermedad que sean eficaces frente a las distintas cepas del virus.

Cuando se trata de control y prevención de enfermedades, la bioseguridad representa una estrategia clave para evitar la entrada de patógenos en las granjas de porcino y asegurar su viabilidad futura. Desde consideraciones sobre la limpieza de las naves hasta la implementación de un programa de vacunación deben ser tenidos en cuenta a la hora de desarrollar un plan eficaz que limite el riesgo de propagación de enfermedades, garantizando la salud de los animales y su bienestar, así como la seguridad y la calidad del producto final.

Desde su aparición a finales de la década de 1980, la distribución del virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) ha alcanzado prácticamente un nivel mundial. En zonas endémicas es habitual que el 60-80 % de las explotaciones sean positivas a este virus.

La prevención de riesgos laborales es un aspecto fundamental para todos los sectores. En el caso de la industria porcina adquiere especial relevancia dado que se trata de asegurar no solo las condiciones laborales del trabajador, sino también la calidad del sistema de producción. Esto deriva a su vez en el control de la seguridad alimentaria que tan solo es posible a través de un enfoque One Health.

La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad vírica que afecta a cerdos domésticos y jabalíes de cualquier edad y ocasiona un gran impacto en los sistemas de producción porcina. Presente actualmente en países de Europa del Este, en Asia y en el continente africano, dado su alto potencial de transmisión, resulta fundamental aplicar medidas para frenar su avance. Teniendo en cuenta que España exporta más de la mitad de su producción total de porcino, la entrada de la PPA en nuestro país tendría consecuencias catastróficas.

La técnica ELISA es la más empleada en la actualidad para determinar la respuesta inmunitaria humoral. A pesar de las limitaciones que pueden presentar todas las técnicas diagnósticas, el uso del ensayo ELISA en el caso del PRRS, resulta de gran utilidad en varias situaciones que se dan a conocer en este post.

A pesar del éxito en el control de la enfermedad y en la vacunación frente a PCV2, la infección por PCV2 todavía está muy extendida. La protección cruzada solo parcial, la rápida tasa de evolución de PCV2 y otras razones, como el movimiento de animales, ayudan a explicar por qué PCV2a, PCV2b y PCV2d siguen circulando a nivel mundial incluso en animales vacunados. Se hace necesaria, por lo tanto, una revisión de las vacunas actuales en búsqueda de una mayor cobertura antigénica.

La bioseguridad en granjas ha pasado a ser un elemento fundamental para la sostenibilidad a largo plazo del sector ganadero. Es la combinación de medidas físicas y de gestión orientadas a disminuir el riesgo de introducción, desarrollo y propagación de enfermedades en granja. Un aspecto fundamental en un sector como el porcino, uno de los mayores productores y exportadores a nivel comunitario y mundial.

La vacunación es uno de los métodos más eficaces para controlar las enfermedades infecciosas tanto en humanos como en animales porque generan protección a largo plazo contra infecciones y evitan la aparición de signos clínicos. Tras su aplicación, se genera una respuesta humoral y/o celular. Por lo tanto, para monitorizar la vacunación, se deberá tener en cuenta ambas respuestas, lo que será de utilidad para entender mejor cómo se genera la protección en los animales tras su aplicación.

Mejorar el control de la neumonía enzoótica y del Complejo Respiratorio Porcino es uno de los principales retos del sector porcino. Bajo esta premisa nace el proyecto RESPIRA, un conjunto de servicios para monitorizar y mejorar el control de la patología respiratoria en las granjas de porcino con el fin de optimizar la salud de los animales y los resultados productivos.

La circovirosis porcina es una de las áreas a las que más esfuerzos en investigación se dirigen. Desde Zoetis, nuestra labor de innovación se orienta al descubrimiento y desarrollo de soluciones que contribuyan a la prosperidad de nuestros clientes. Y así es como, teniendo presente la rápida evolución del circovirus porcino de tipo 2 (PCV2) y la necesidad de una cobertura antigénica más amplia, nace la primera vacuna frente a este patógeno con dos genotipos: PCV2a y PCV2b.

Atendiendo a los cambios en la prevalencia de los genotipos de PCV2 resulta interesante analizar la vacunación actual frente a este patógeno con el objetivo de conseguir una protección más amplia del ganado porcino, especialmente frente a la forma subclínica de la enfermedad, cuya incidencia sigue siendo alta y supone importantes pérdidas económicas en la granja.

La capacidad de evolución del Circovirus Porcino tipo 2 (PCV-2) supone un reto continuo para la industria porcina que debe actualizar sus herramientas de prevención para garantizar la eficacia en el control de este patógeno.

La inmunidad generada por las vacunas no se basa exclusivamente en la producción de anticuerpos. Se han descrito casos en los cuales sin su presencia puede existir protección. En dichos casos, la protección dependería de la respuesta celular. En nuestro ámbito, este fenómeno se ha observado para el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino, el circovirus porcino tipo 2 o el virus de la gripe (influenza A). En este sentido, las herramientas bioinformáticas pueden utilizarse para diseñar, valorar, e incluso predecir, la respuesta celular de una vacuna.

El cerdo ibérico, mundialmente conocido por su valor gastronómico, ha estado vinculado desde sus orígenes a la ganadería extensiva. Una modalidad de cría de porcino que promueve la sostenibilidad medioambiental mediante el aprovechamiento de los recursos naturales, al tiempo que favorece la preservación de la biodiversidad puesto que algunas de las razas de ibérico autóctonas se encuentran actualmente en peligro de extinción.

Una detección precoz de la enfermedad en los animales permitirá instaurar un tratamiento correcto y, especialmente, a tiempo, lo que a su vez garantizará su salud y bienestar, además de un uso responsable de los medicamentos. Pero ¿cómo podemos detectar precozmente a los cerdos enfermos? A continuación, lo explicamos.

Si queremos lograr su máximo rendimiento, un buen manejo de las cerdas nulíparas debe abordar tanto sus necesidades sanitarias, como nutricionales y reproductivas. Las cerdas primerizas serán las futuras reproductoras de la explotación, de las que dependerá en gran medida el buen funcionamiento de la granja y la rentabilidad de la misma.

A finales de este extraño 2020, posiblemente aún más de la mitad de las granjas de cerdo ibérico no trabajen con inseminación artificial, aunque en las de mayor censo sí es más frecuente inseminar las cerdas. En los últimos años ha aumentado el número de granjas que trabajan con inseminación, con el objetivo de cumplir la Norma de Calidad, pero no por la convicción del ganadero de sus ventajas y beneficios económicos, todavía hay quien intenta cubrir con verracos que no están conformados para la monta natural.

A la notable reducción en veterinaria de las ventas de antibióticos han contribuido los resultados de los Programas REDUCE del PRAN en diferentes sectores ganaderos, como porcino (programa REDUCE colistina), conejos, broilers, bovinos de carne y leche, ovino y caprino.

En granjas de reproductoras la vacunación es una herramienta en el control del PRRS, pero debe complementarse tomando en cuenta los puntos críticos de manejo; la adaptación de las nulíparas y el control del movimiento de los animales, junto a la limpieza y desinfección, son factores claves para el control de la enfermedad. La vacunación de lechones es otra herramienta en el control del PRRS y tiene como objetivo estabilizar la población y minimizar el impacto productivo que tiene PRRS en las fases de transición y cebo.